viernes, 30 de septiembre de 2011

La Acción en Talcott Parsons (Estructural Funcionalismo)

La teoría de la acción de  Talcott Parsons,  heredera del trabajo  del profesor Durkheim, parte de la idea de que el mundo social se articula en una dualidad interior – exterior y de la idea de que los sujetos son condicionados por dichas exterioridades. La teoría parsoniana se sitúa en un viejo problema filosófico, inherente a las ciencias sociales modernas, a saber, el del apriorismo  y el empirismo. Por una parte integrando en su corpus teórico la noción de institución o estructura (exterioridad) y por otro la concepción de individuo o actor (interioridad, subjetividad, acción, etc.), Parsons intenta superar el ethos individualista del comportamiento económico radical (utilitarismo) y por otro lado el problema del Estado factico hobbesiano, construyendo un marco de referencia de una teoría voluntarista de la acción (elementos normativos). Este se articula a partir de la noción del “acto-unidad”, cuyos componentes son un actor (o agente), un “fin” (un sentido de futuro hacia el cual se orienta la acción), una situación de carácter dual, donde por un lado  están los “medios” (lo que el actor controla) y las condiciones (lo que el actor no controla) y por último un modo relacional de todos esos componentes, que sería lo que Parsons llamó “una orientación normativa de la acción”. Para el autor, este acto –unidad es siempre un proceso en el tiempo donde el actor puede conseguir o errar en la persecución de sus fines y donde los medios no serían instrumentos que actor usa sino mas bien elementos que este controla. Este esquema posee características subjetivas pues considera los fenómenos según como estos surgen desde la perspectiva de un actor. La orientación normativa está relacionada solo con los fines que el actor persigue y según Parsons esta no tiene ninguna implicación ética para el observador o científico. Cada orientación implica objetos que pueden ser sociales o no sociales, es decir, individuos, colectividades u objetos físicos. Lo que al sociólogo debería interesarle, según Parsons, es la orientación del sujeto hacia la acción, “lo verdaderamente interesante respecto a Durkheim, escribe, no es que haya establecido el dato de que la tasa de suicidio en el ejército francés fuese, durante cierto tiempo, considerablemente más alta que entre la población civil. Los interesados por este hecho, en sí, pueden consultar su estudio. Lo que ahora interesa es, más bien: ¿Por qué se le ocurrió a Durkheim estudiar el suicidio?”[1]  
En una situación de interacción el sujeto que actúa se llama ego. Este sujeto o actor es en sí un sistema de acción, pudiendo ser una personalidad o un sistema social. Como antes señalé, los objetos hacia los cuales tiende la orientación del actor o sujeto y que pueden ser  objetos sociales, son también actores, pudiendo ser tanto personalidades como sistemas sociales. A una situación de interacción de objetos – sociales – actores, Parsons le atribuye el nombre de alter. El análisis de la acción en la teoría funcionalista implica una descripción  del estado de sistema de acción en cualquier situación y de los cambios en el sistema a lo largo del tiempo (proceso). Este marco referencial se es aplicable a cualquier esfera de la acción, siendo esta última en palabras del propio Parsons, “un proceso en el sistema-actor-situación que tiene significación motivacional para el actor individual o, en el caso de una colectividad, para sus componentes individuales”[2] . Para comprender la acción humana, Parsons elabora un modelo trisistémico que implica un sistema organizado de la orientación de un actor particular, llamado personalidad, donde incluye las motivaciones, las necesidades, disposiciones y tendencias. El segundo sistema comprende un sistema organizado relacionado con los problemas propios de la interacción y la pluralidad  de actores, llamado sistema social, que implica una organización de roles. Por último encontramos en este modelo teórico los sistemas culturales, que serían algo así como un conjunto de valores comúnmente compartidos, que se articula con las personalidades y los sistemas sociales, siendo la cultura una organización de valores y normas. El comportamiento estaría  orientado hacia fines o logros, ocurriría en situaciones, estaría normativamente regulado y supondría un gasto de energía o fuerza. Todo comportamiento que pueda ser analizado desde estas esferas se llama acción en Parsons. El análisis de estos tres sistemas antes señalados son el soporte de la teoría parsoniana pues darían cuenta de los patrones institucionalizados en los sistemas sociales y los patrones internalizados en los sistemas de la personalidad y como estos guiarían al actor en una doble perspectiva de sus orientaciones relacionadas con los fines y de las regulaciones normativas de los medios que están a disposición del actor y sus actividades.


[1] Parsons, Talcott, “La Estructura de la Acción Social”, (1937), pág. 51
[2] Parsons, Talcott, “El Sistema Social”, (1951),  pág., 18

2 comentarios:

  1. Muchas gracias por tu texto, me aclaro bastantes dudas respecto a Parsons que leyendolo directamente no hubiera podido responder.

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